lunes, 25 de diciembre de 2017

Qué bello es vivir


Nochebuena de 1945. George Bailey se dispone a suicidarse. Las oraciones por él, procedentes de los habitantes del pequeño pueblo de Bedford Falls, llegan al Cielo, donde una corte celestial se reúne para cumplir lo que le piden desde allí. La gente pide a Dios que se acuerde de George Bailey y le ayude a ser feliz. San José encarga el trabajo de ayudar a George a Clarence, un ángel de segunda clase, que es el que más tiempo lleva intentando ganarse las alas. Antes de enviar a Clarence a la tierra, San José le muestra a través de diversos flashbacks lo que ha sido la vida de George Bailey. El primero es de 1919, cuando George tenía 12 años y salvó a su hermano pequeño Harry de morir ahogado tras haber caído a través del hielo a un lago helado. Debido a ello, perdió la audición en el oído izquierdo. También trabajaba en la farmacia del pueblo, donde observó que el farmaceútico, el Sr. Gower, entristecido por la muerte de su hijo debido a la gripe, había puesto accidentalmente veneno en la medicina para un niño. George logra evitarlo, pero el farmacéutico, antes de darse cuenta y agrádecérselo, le da unos unos buenos golpes.

En la graduación de Harry en 1928, George habla con la joven Mary Hatch, que estaba enamorada de él desde que eran niños. Sin embargo, George debe interrumpir su cita con Mary al recibir la noticia de la muerte de su padre. George debe posponer sus planes de viajar para encargarse de la compañía de empréstitos creada por su padre, destinada a dejar dinero a aquellas personas que no pueden, y gran competidora de Henry F. Potter, el hombre más rico del pueblo, un tiburón de los negocios que es dueño del banco, de la prensa, de los hoteles y de todos los negocios rentables de la ciudad. Como accionista, Potter solicita que la compañía de empréstitos se disuelva, pero George convence a la junta directiva de votar contra la propuesta de Potter. Ellos están de acuerdo con la condición de que sea George quien la dirija junto a su tío Billy, o la compañía se disolverá. Una vez más, George cumple con su deber y manda a Harry a la universidad con el dinero que estaba destinado para él, con la promesa de que cuando vuelva, será él quien vaya a la universidad y su hermano ocupe su puesto. Pero cuando Harry vuelve, está casado y su suegro le ha ofrecido un buen empleo. Aunque Harry está dispuesto a cumplir con lo pactado con George, éste no lo permite y queda una vez más atado a Bedford Falls y a la pequeña compañía de empréstitos. George y Mary se casan, pero cuando se disponen a salir de luna de miel se produce un pánico bancario y deciden usar el dinero destinado a su luna de miel para conceder préstamos a los clientes de la compañía de empréstitos hasta que el banco abra de nuevo. Apenas le sobran dos dólares, y no puede dejar Bedford Falls.

A lo largo de los años, George construye Bailey Park, una urbanización de pequeñas viviendas construidas con los préstamos concedidos por su compañía de empréstitos, y que permite a la gente ser dueños de sus propias casas en lugar de tener que pagar altos alquileres por vivir en las chabolas de Potter. Frustrado al ver que no consigue arruinar la compañía de empréstitos y que está perdiendo el control del mercado inmobiliario, Potter trata de comprar a George ofreciéndole un buen empleo, y por un momento parece convencerle, haciéndole ver qué fácil es cumplir todos sus sueños. Pero cuando se estrechan las manos, George se da cuenta de que le están comprando y rechaza la oferta.

Cuando estalla la Segunda Guerra Mundial, George no es apto para el servicio debido a su oído. Sin embargo, Harry se convierte en piloto y derriba un avión kamikaze que se disponía a atacar a los ocupantes de un vehículo anfibio, salvando la vida de todos ellos. Por su logro, Harry recibe la Medalla de Honor. En la mañana del día de Nochebuena de 1945, el pueblo prepara una recepción triunfal para Harry, y el tío Billy acude al banco a depositar 8.000 dólares en la cuenta de la compañía de empréstitos. Allí se encuentra con Potter y le echa en cara el triunfo de Harry mostrándole la noticia en el periódico, olvidando que en su interior está el dinero. Potter se queda el periódico, y cuando encuentra el dinero, decide ocultarlo, sabiendo que su pérdida supone la ruina de la compañía de empréstitos. Ese día, la compañía tiene una inspección, y sabiendo que el inspector de hacienda le hará responsable de la pérdida del dinero, George se enfurece con su tío y a continuación se va a casa y paga su frustración con su familia. Tras disculparse con ellos, se marcha.

Sumido en la desesperación y sin nadie a quien poder pedir el dinero, George acude a Potter, pero solo puede ofrecer su seguro de vida como aval. Potter, que sabe lo que ha sucedido, aprovecha la desesperación de George y llama a la policía para denunciarle, diciéndole que vale más muerto que vivo. George ahoga sus penas en un bar donde también es agredido, y a continuación camina hasta un puente cercano, donde se plantea suicidarse arrojándose al río. Antes de que pueda saltar, ve que un anciano cae al agua. Una vez más, George olvida todos sus problemas y se lanza a salvar al anciano en lugar de suicidarse. Mientras se secan las ropas mojadas, el anciano le dice que se llama Clarence y que es su ángel de la guarda. George no le cree, pero en el transcurso de la conversación le dice que desearía no haber nacido. Clarence se lo concede, y le muestra una realidad alternativa en la que George nunca ha existido. Cuando regresan al pueblo, todo ha cambiado.

La visión que Clarence hace ver a George es desoladora: el pueblo ya no se llama Bedford Falls, sino Pottersville, y está lleno de bares, cabarets y otros locales propiedad de Potter. El Sr. Gower es un anciano alcohólico que acaba de salir de prisión por homicidio, ya que George no estuvo allí para evitar que envenenara a aquel niño; sus vecinos y amigos a los que tanto ha ayudado no le reconocen; la compañía de empréstitos cerró ya que George no estuvo para hacerse cargo de ella tras la muerte de su padre; las casas que ayudó a construir con sus empréstitos nunca se construyeron y en su lugar hay un cementerio en la que George ve la tumba de su hermano al que no pudo salvar por no haber nacido, y piensa en los que murieron en la guerra porque su hermano no estuvo allí para salvarlos; su tío Billy está en un manicomio; su madre, viuda y sin hijos, regenta una pensión; y su esposa es una bibliotecaria solterona. Cuando George le dice que es su marido, llama gritando a la policía.

Huyendo de la policía, George, ya convencido de que Clarence es realmente su ángel de la guarda, regresa al puente donde había intentado suicidarse y pide a Dios que le devuelva la vida. Cuando un amigo lo encuentra y lo llama por su nombre, George se da cuenta de que la visión ha terminado y que ha recuperado su vida. George vuelve a casa loco de contento, deseando feliz Navidad a todos los que encuentra en el camino, en la compañía de empréstitos e incluso al mismo señor Potter, a pesar de que sabe que irá a la cárcel por desfalco. Pero no le importa porque ha recuperado su vida, a su hermano, a su esposa, a sus hijos, a su madre y a todos sus amigos y vecinos por quien tanto se ha sacrificado.


Al llegar a casa, George abraza a toda su familia y saluda al inspector de hacienda y al sheriff que le están esperando para detenerle. Entonces llega el tío Billy y anuncia que Mary ha hablado con algunos amigos contándoles que George tenía problemas, y toda la ciudad ha hecho una gran colecta. Aparecen todos a los que George ha ayudado durante toda su vida, dando todo lo que tienen para que George pueda salir adelante y recaudando más que suficiente para cubrir los 8000 dólares perdidos y anular la denuncia de Potter. Finalmente llega Harry, que sabiendo que George tenía problemas, ha dejado plantado al Presidente y ha volado bajo una tormenta para estar junto a su hermano, y llega a tiempo para brindar por él. Una campana suena en el árbol de Navidad, y la hija de George recuerda una historia que dice que cada vez que suena una campana, un ángel recibe sus alas, lo que anuncia que Clarence ha ganado las suyas.

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